el destino así lo escribió y el cuervo de la mariposa se enamoró, el destello y colores de sus alas ciego de amor lo dejó, entonces el cuervo recordó lo que un día escuchó... "existe una magia divina en cada aleteo de tan dulce ser, pues el polvo de sus alas a todos los corazones que llegue logrará embellecer" seré único dueño de esa magia y nadie me podrá detener y tus alas para mí solo tendré, en una hermosa jaula de cristal te encerrare así que tu belleza y magia solo en mi dirección esperaré. La mariposa a pesar de en su prisión estar, jamás dejó de abrir sus alas y brillar, sentía que su magia aparte de darle felicidad a su captor podría cambiar la forma tan tóxica que tenía de amar. Quizá el polvo de sus alas haría que aquel cuervo quisiera verla en el cielo danzar, pero día a día su resplandor se desvanecía al ver que el cuervo atado a sus miedos seguía. un día sobre su jaula cayó tendida, lágrimas rodaban sin medida y la fuerza ella perdía no encontraba una razó...