Destilando sentimientos

Cuéntales... anda y diles que te convertiste en el hada que libera mariposas, Cuéntales que el aleteo de mis alas posee magia, tanta como para hacer que sólo tú escuches su melodía. Diles que te robo sonrisas y que el brillo de tus ojos ahora es mío. Diles que tus deseos y bajos instintos me pertenecen, susurra bajito que ahora mismo llueve entre tus piernas de imaginar eso último conmigo... Háblales de las mil y una vez que me has hecho el amor a tu antojo aun sin tocarme pero tus oídos son testigos del placer que puedes provocarme.

Bien podría escribir algo desgarrador con el estómago y el corazón hechos un nudo, pero mejor escribiré de quien sólo con hacerme sentir que está a mi lado esos nudos desaparecen. Ella dice que no entiende por qué me enamoré y yo no entiendo lo que dice, te aseguro que tan sólo con conocer  sus manías se derrite tu corazón. Su sonrisa es capaz de desbaratar cualquier trinchera y sus ojos son capaces de encontrar el corazón más oculto, su voz puede aliviar las penas y su magia logra que su alma abrigue la tuya. Logra de alguna manera que tu carga sea más liviana, lleva en su bolsillo curitas para cerrar heridas con tal poder que dejan de sangrar al instante. Aunque si te la encuentras créele cuando dice que no tiene nada de especial, de lo contrario te enamorarías de ella y no quiero presumir, pero soy la primera en su lista.